En cumplimiento a una de las recomendaciones de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH), el Congreso de la República de Guatemala estableció, mediante el Decreto No. 06-04 y su reforma (Decreto 48-2008), la celebración del 25 de febrero de cada año como el Día Nacional de la Dignidad de las Víctimas del Conflicto Armado Interno. Esta conmemoración tiene como objetivo reconocer y honrar la memoria de las víctimas, así como promover el respeto a sus derechos y la construcción de una cultura de paz.

La Comisión Presidencial por la Paz y los Derechos Humanos (COPADEH), como órgano encargado del cumplimiento de los compromisos gubernamentales derivados de los Acuerdos de Paz, coordina y lleva a cabo diversas actividades en torno a esta significativa fecha. Este conjunto de actividades está diseñado para reflexionar sobre las causas y consecuencias del conflicto armado interno, visibilizar la dignidad y resiliencia de las víctimas y promover la reconciliación nacional.

Hoy a 26 años de la presentación del informe Memoria del Silencio, en cuyos prolijos volúmenes se recoge la magnitud del drama que vivió el pueblo guatemalteco, particularmente las comunidades indígenas, durante la negra noche del autoritarismo y el enfrentamiento armado interno.

La escrupulosa recopilación de información documental y de cientos de testimonios, tamizados con admirable profesionalismo, hacen del informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico, junto al informe del Proyecto lnterdiocesano de Recuperación de la Memoria Histórica, Guatemala: nunca más, un espejo en el que constantemente debemos vernos las y los guatemaltecos, para impedir que en nuestra patria se repitan de nuevo las atrocidades que ambos documentos relatan.

Referirnos a estos dos informes implica ver hacia atrás, hacia ese espejo que debería y debe transformarse para las víctimas de la guerra en una garantía de no repetición. En este punto se concreta, precisamente, la simbiosis de esta doble conmemoración.

En su momento la Comisión para el Esclarecimiento Histórico señaló que es «responsabilidad del Estado guatemalteco elaborar y promover una política de reparación a las víctimas y sus familiares, cuyos objetivos prioritarios han de ser la dignificación de las víctimas, la garantía de no repetición de las violaciones de derechos humanos y hechos de violencia vinculados con el enfrentamiento armado y el respeto de las normas nacionales e internacionales de derechos humanos».

El acto de distinción del cambio de la Rosa de la Paz, estará a cargo de la licenciada Otilia Lux de Cotí, destacada lideresa maya k’iche’, educadora y defensora de los derechos humando en Guatemala. Fue comisionada del Informe de Esclarecimiento Histórico CEH de Guatemala, desempeñando un papel crucial en la investigación y documentación de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante el conflicto armada interno (1960-1996).

Las actividades organizadas por la COPADEH incluyen, entre otras, conferencias, mesas de diálogo con víctimas y expertos, y la presentación de informes sobre el estado de los procesos de justicia y reparación. De igual manera, se invita a la ciudadanía a participar activamente en la reflexión y el compromiso hacia un país que valore la paz y la dignidad de todos sus habitantes.

El Día Nacional de la Dignidad de las Víctimas del Conflicto Armado Interno representa, en definitiva, una oportunidad para que Guatemala se una en solidaridad, reconocimiento y esperanza por la reconciliación y justicia para todas las víctimas que han sufrido los efectos del conflicto armado.